Hay dos tipos de personas
Siempre me han llamado la atención esas frases tan pretenciosas y a veces tan ciertas de “Hay dos tipos de personas en el mundo: las que piensan mucho y las que se divierten”. Pero a mí me gustan más en su versión folclórica.
No sirven realmente para mucho y muchas veces son injustos estereotipos, pero veamos el canal cuatro te pedía que te decantases por House o Anatomía de Grey. En los 90 estaban los DCD que odiaban a los mártires del rock (Jimmy Hendrix, Janis Joplin, Sid Vicious, Freddy Mercury, Johnny Thunders, Kurt Cobain) y los Extremoduro que decían que ya no eran los mismo desde que se habían ido Gillespie, Zappa, Mercury, Camarón. A la gente, o le gustaban unos o le gustaban otros. Para un nacionalista hay dos tipos de personas: las nacionales y las extranjeras (aunque no queda claro si éstas son personas del todo).
Personalmente, siempre me ha llamado la atención que Unamuno aprendiera alemán leyendo a Hegel y se dice que aprendió danés para leer a Kierkegaard, aunque ahora parece que ya lo sabía de antes (hay que ser friqui). Pero alguien dijo que la vida es demasiado corta para aprender alemán. Luego para mí hay dos tipos de personas: las que aprenden alemán y las que pasan.
Los niños también: cuando era pequeño se diferenciaba muy bien entre los niños que se levantaban para ver dibujos animados y los que pasábamos un kilo y apurábamos al máximo el tiempo de cama.
Otra que me gusta es sobre las personas que trabajan en la ciencia investigando: están los científicos y los funcionarios de la ciencia (estas últimas hacen como que investigan).
El otro día leí que La Oreja de Van Gogh se ha separado, lo cual no es noticia porque la oreja se separó una noche de borrachera del diciembre de 1888. La oreja murió, pero el resto del cuerpo siguió vivo un tiempo más. Bueno, bromas aparte, decían del grupo esté que querían ser en sus inicios unos émulos de otro famoso grupo donostiarra, La buena vida. Ay, qué risa!! Esto me dio para otra absurda separación bastante snob: los que disfrutan con La oreja de Van Gogh o los que lo hacen con La buena vida. En mi caso no hay color, aunque claro, siempre habrá a quien no le guste ninguno de los dos.
Pero de todas las que he oído, la más certera y a la vez hiriente es la que dice: Hay dos tipos de personas: las que entran en un sitio y dicen bien alto “Aquí estoy yo” y las que, cuando otra persona entra en un sitio dicen: “Ahí estás tú”.
Los niños también: cuando era pequeño se diferenciaba muy bien entre los niños que se levantaban para ver dibujos animados y los que pasábamos un kilo y apurábamos al máximo el tiempo de cama.
Otra que me gusta es sobre las personas que trabajan en la ciencia investigando: están los científicos y los funcionarios de la ciencia (estas últimas hacen como que investigan).
El otro día leí que La Oreja de Van Gogh se ha separado, lo cual no es noticia porque la oreja se separó una noche de borrachera del diciembre de 1888. La oreja murió, pero el resto del cuerpo siguió vivo un tiempo más. Bueno, bromas aparte, decían del grupo esté que querían ser en sus inicios unos émulos de otro famoso grupo donostiarra, La buena vida. Ay, qué risa!! Esto me dio para otra absurda separación bastante snob: los que disfrutan con La oreja de Van Gogh o los que lo hacen con La buena vida. En mi caso no hay color, aunque claro, siempre habrá a quien no le guste ninguno de los dos.
Pero de todas las que he oído, la más certera y a la vez hiriente es la que dice: Hay dos tipos de personas: las que entran en un sitio y dicen bien alto “Aquí estoy yo” y las que, cuando otra persona entra en un sitio dicen: “Ahí estás tú”.
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