La ministra que era miembra
Resulta que se ha montado una buena a consecuencia de la ministra más joven del gobierno. Aído ha pronunciado el término “miembra” y, claro, pasó lo que tenía que pasar. Un femenino no aceptado por el DRAE y no popularizado. A ella los perros!!!
Bien, el idioma español está por encima de la ministra, del ministro, de los que la critican y de la RAE. Ésta solo “limpia, fija y da esplendor”. ¿Qué quiere decir esto? Que es la comunidad de hispanohablantes y el uso que hacen todo el día del español la que da valor a las palabras, la que modula el lenguaje y no la RAE. En lo que a léxico se refiere, la RAE se limita a meter en el diccionario nuevos términos que se han hecho muy popular (como guay) o nuevas acepciones de términos ya incluidos.
Aído es ministra, ojo, hace 40 años la sociedad española se hubiera rasgado las vestiduras por una palabra tan horrorosa, por vulnerar tanto el idioma. Una ministra!! Madre mía. Hoy en día es lo más normal del mundo, porque esa palabra se ha aceptado. Las palabras no nos parecen bonitas o feas per sé, sino por lo que evocan y por lo que esas evocaciones conllevan.
La misma sociedad que ha admitido ministra, aceptará o no, con el paso del tiempo, la palabra “miembra” y santas pascuas. Pero de yihaidistas sigue llena España, me temo.
Bien, el idioma español está por encima de la ministra, del ministro, de los que la critican y de la RAE. Ésta solo “limpia, fija y da esplendor”. ¿Qué quiere decir esto? Que es la comunidad de hispanohablantes y el uso que hacen todo el día del español la que da valor a las palabras, la que modula el lenguaje y no la RAE. En lo que a léxico se refiere, la RAE se limita a meter en el diccionario nuevos términos que se han hecho muy popular (como guay) o nuevas acepciones de términos ya incluidos.
Aído es ministra, ojo, hace 40 años la sociedad española se hubiera rasgado las vestiduras por una palabra tan horrorosa, por vulnerar tanto el idioma. Una ministra!! Madre mía. Hoy en día es lo más normal del mundo, porque esa palabra se ha aceptado. Las palabras no nos parecen bonitas o feas per sé, sino por lo que evocan y por lo que esas evocaciones conllevan.
La misma sociedad que ha admitido ministra, aceptará o no, con el paso del tiempo, la palabra “miembra” y santas pascuas. Pero de yihaidistas sigue llena España, me temo.
2 comentarios:
No hay que extremarse tanto en las críticas. Tanto para los críticos de la ministra como para los críticos de los críticos, como tú.
Todo depende de las palabras, de lo que se habla en la calle. Todo el mundo puede proponer una palabra de propia invención, llevarla a un medio de comunicación, y ver lo que pasa. Incluso una ministra. Pero, tan solo albergo una duda. Si yo, como ministro, no he escuchado jamás la palabra "miembra", ¿por qué entonces la utilizó en una tribuna tan alta? ¿qué intereses guarda la señora ministra? No parecia una broma, lo secundó con cierta seriedad un poco más tarde. Acaso piensa que el idioma de Cervantes es sexista (porque sería lo último, lo mismo piensa que los toros también, pues no se lidian vacas), o que hay una conspiración judeo-algo para quitarle mérito a las mujeres, aunque no son mejores (ni peores) que los hombres.
Sobre el conocimiento de la utilización del masculino como neutro en nuestro idioma, pienso que podría serle de utilidad a la señora ministra (pues es mejor decir "señores" que "señores y señoras", por economía linguistica, y por cierta tradición, que también vale en esto del lenguaje).
Yo pienso que la ministra actuó mal. Lo mismito que si hubiera dicho "endevé como ma puesto la mierda la sole". Puesta ha inventarse... Pero si hubiera dicho esto, lo mismo hasta hubiera sido gracioso.
Estimado sr. Billol:
La ministra puede no haber acertado con el foro, pero no por ello. Creo que tampoco puedes decir que ella no haya escuchado la palabra miembra. Quizá tu, hace 30 años, como arquitecto, nunca hubieras escuchado la palabra arquitecta. Claro, para qué la vas a usar... Pues eso mismo, el pueblo acepta o no nuevos términos. La palabra miembra ahora es un palabro, y sí que se usa, como otros muchos palabros. Seremos los demás los que la admitamos o no. La palabra médica o ministra ya no son palabros.
El genérico en el castellano sirve, pero sobre todo para los plurales.
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